El departamento del Meta comprende un amplio abanico de territorios diferentes distribuidos en una variedad de paisajes muy diferentes que hacen que cada uno sea único en ecosistemas y biodiversidad.
La Macarena es una cordillera aislada ubicada en el departamento del Meta, Colombia. El parque nacional abarca un punto de encuentro ecológicamente único para la flora y fauna de las regiones del Amazonas, Orinoco y Andes. Vistahermosa es un pequeño pueblo rural al pie de la montaña del Parque Nacional Sierra de la Macarena.
El río Ariari es lo que da vida a este territorio biodiverso en la región del Meta. Fluye hacia el sureste por las montañas andinas, para encontrarse con el río Guayabero y generar el río Guaviare, uno de los grandes ríos tributarios del río Orinoco, una cuenca de evolución y dispersión de la especie del cacao.
Gracias a muchas inversiones y modelos de colaboración con la asociación y El Colaboratorio, algunos de los agricultores han aprendido sobre agricultura orgánica, genética del cacao y procesos de transformación. Con esta experiencia, agricultores como Don Epímaco pudieron desarrollar un protocolo de fermentación único. Gracias a la fase anaeróbica más prolongada de este protocolo, estos micro lotes producen un cacao único y distintivo, con un perfil de sabor sin precedentes. Don Epímaco también se dedicó cada vez más a rescatar y preservar antiguas variedades de cacao que, de otro modo, desaparecerían.
Esta región realmente retrata un caso emblemático de los agricultores que se mudaron con un interés o necesidad de cultivar hoja de coca y ahora han migrado sus actividades a la cadena de valor del cacao, asumiendo ahora el rol de agricultores emprendedores en una agricultura que persigue una alta valorización de su producto.
Los agricultores asociados de la región son verdaderos administradores rurales. Hoy, después de todas las dificultades, finalmente pueden trabajar para crear condiciones de vida estables para sus familias, mientras producen cacao de alto nivel que requiere conocimiento y dedicación, y es económicamente sostenible. Si bien el modelo de cultivo de coca creó profundas divisiones dentro de la comunidad, las asociaciones de productores generan una fuerte unidad colectiva de agricultores comprometidos con la producción sostenible de cacao fino destinado a sobresalir en los mercados locales e internacionales.
